Que se ponche una
llanta
es lo peor… que no tengas refacción es un infierno. Pero no te preocupes, antes de hiperventilar, hoy en
Grúas Castro te damos la solución para que actúes en el momento sin mayor problema.
Primero que nada, llama a un
servicio de grúas confiable. ¿Por qué? Porque algunos te pueden ofrecer un servicio barato o mentir sobre su rapidez, sin embargo, no sabes cómo tratarán tu carro (o si éste llegará al taller).
En la medida de lo posible orilla tu auto. Quizás no estés en la posibilidad debido a la
ponchadura
(por cierto, no corras mucho la llanta o puede quedar inservible). Pero si la
ponchadura
no es tan grave, intenta orillarlo.
Conserva la calma, saca tu triángulo reflejante para evitar cualquier accidente. Éste alertará a otros autos sobre tu problema.
Espera en tu auto de preferencia para evitar oportunistas. No te desesperes, tu servicio llegará y tu auto pronto estará en perfectas condiciones para circular. Llama a
Grúas Castro, estamos a tu servicio.